Los Trapitos al Sol de Carolina

Una calurosa mañana de junio tuve la infalible intuición de comprar una revista de modas en el aeropuerto de Bologna como distractor mental que me serviría durante mi vuelo a Colombia. Era una edición de vestidos de baño que no pasó desapercibida gracias a las rayas verticales en tonos azul rey y blanco del bikini que la publicación señalaba como “una creación de la marca Los Trapitos al Sol, diseñado por la colombiana Carolina Sánchez”. 

¡Una colombiana! Varios meses atrás, motivada por mi innegable vocación de desmitificar estereotipos, había terminado una investigación sobre paisanos sobresalientes en Italia. Aunque desconocía que hubiese una diseñadora destacada de vestidos de baño, la contacté de inmediato y quedé muy sorprendida por su sencillez al teléfono. Deseaba conocer su historia, introducirme en su colección pero sobretodo saber cómo había hecho para competir en el exigente universo de la moda italiana. 

La respuesta a este interrogante deriva de su historia, construida desde la adolescencia con una buena dosis de emprendimiento y un olfato formidable en el detectar los nichos y las necesidades de las mujeres. “Siempre he estado en contra de la uniformidad”, dice  “recuerdo que en las playas colombianas o en los viajes que hacíamos a la finca durante mi etapa del colegio, encontraba mujeres divinas luciendo bikinis iguales al mio, Yo siempre he sido contracorriente, desde que estaba en el colegio quería tener mis propios bikinis. Y no sólo... me mandaba a hacer mis propios vestidos, miraba las revistas internacionales, recortaba la imagen y le llevaba la tela a la modista de la familia. Esto me impulsó a comprar mis primeras lycras de algodon en el centro de Medellín, una amiga y yo descocimos un vestido de baño y se lo llevamos a una modista quién con básicas costuras a zig zag nos ayudó a plasmar mi primera creaciòn.”

 

Indudablemente, la travesía de Carolina había ya iniciado, graduándose posteriormente en Diseño de modas en su natal Medellín. Más tarde, motivada en su ambiente académico por el prestigio de la moda italiana y cautivada por el “Made in Italy”, además del estilo de vida europeo, decide venir a estudiar un Master en Comunicación y Moda en el IED de Milán. “Siempre pensé que vendría porque admiraba a Armani y Moschino y quería conocer que había detrás de un desfile de modas, asi que escogi Italia. Además porque como cultura, los italianos son muy parecidos a los colombianos”.

 

Los caminos de Carolina parecen dibujados bajo el amparo de las estrellas, arribada a Milán siente inmediatamente la fascinación de quienes encuentran su lugar en el mundo y bajo la guia de amigos se adapta rápidamente a su nueva ciudad: “No recuerdo ninguna experiencia negativa, aunque hablar en italiano a veces era penoso y la burocracia italiana es muy pesada, no tengo malos recuerdos de esos primeros años sólo cosas chistosas que me sucedieron. Mi familia en Colombia me hacía y aún me hace falta pero retorno a mi país todos los años y me recargo”.

 

Trabajar en Italia implicó un reto lingüístico a nivel de terminología técnica en el ambiente laboral, un obstáculo que no es ajeno a ningún inmigrante y que no le impidió trabajar como diseñadora de vestidos de baño y ropa íntima para grandes nombres en Italia, entre ellos, Replay jeans y Fiorucci. En el 2011 llegó la travesía que la conduciría a la independencia, un momento de crisis económica mundial y muchos colegas desempleados son parte del panorama que Carolina decidió enfrentar al crear su propia línea de vestidos de baño Los Trapitos al Sol.  “Aprovechando una gran necesidad de producto en el mercado italiano,   empecé a hacer con mucha pasión lo que me gustaba y en lo que me considero buena, sin un jefe que me presionara, ni que me dijera lo que tenía que diseñar”.  

Vestidos de baño confeccionados en algodón Liberty, que no se adquieren en tiendas sino en eventos de presentación en las principales ciudades italianas, un producto innovador que llega a los oídos de sus clientas a través de la divulgación, todo supremamente particular, sin dejar a un lado que su marca se puede ya adquirir en Reino Unido, Alemania y Francia.

Mientras hablamos, Carolina recalca que sus clientas son mujeres de mundo, con muchas travesías a cuestas y para nada dispuestas a caer en la banalidad de lo que el mercado italiano ofrece, un segmento de mujer sin pretensiones de pseudo diva con un estilo refinado y auténtico.  

Todos los veranos, encuentro una imágen de Los Trapitos al Sol en los especiales de vestidos de baño, imágenes que indican un crecimiento y una aceptación rotunda en el ámbito del beachwear italiano y me atrevería a decir, europeo. Reconoce que su mayor logro es el reconocimiento de la prensa, de hecho:  “Cuento con una excelente oficina de prensa. Mi historia y mis productos gustan mucho a las periodistas italianas, he logrado salir en la Revista Elle como uno de los cinco diseñadores extranjeros con mayor proyección en éste país, en Vogue como una de las mejores marcas de vestidos de baño de lujo”

 Y no puedo dejar de pensar a la familia, Cómo hace para conciliar éxito, trabajo, su pequeña Camila y su rol de esposa? “ No es fácil ser mamá y trabajar en casa, cuando se es perfeccionista quieres hacer todo bien… pero siempre hay huecos, eso es lo más dificil”. Ella lo es todo: diseñadora, departamento comercial y muy estratega. Me dice que “tarde o temprano tendrá que buscar colaboradores para que la ayuden” (inevitable). Sin dejar aún de soñar, visualiza futuras alianzas con diseñadores jóvenes o con comunidades de artesanos colombianos, además de una colección dedicada a las novias que se casan en la playa y un mercado navideño artesanal Los Trapitos.

Siempre he dicho que nuestros orígenes son un “plus”, un distintivo que siendo inmigrante es parte de tu éxito. El triunfo de Carolina Sánchez radica propio en la autenticidad, una autenticidad versátil que toma cada elemento de la cultura europea para definir un producto único, una fusión que vuelca elementos simbólicos de la vestibilidad sudamericana como los colores y las cosas hechas a mano de artesanos colombianos con telas y estampados europeos, más la rigurosidad y la elegancia juntas del “Made in Italy”. Me quito el sombrero. Sacar Los Trapitos al Sol, no es sólo querer mostrar todo tu universo interior, sino saberse apropiar del cielo y las estrellas que en otro continente hacen parte de tu vida y de tu éxito.


Lina Scarpati